El Ajo es una planta medicinal que pertenece a la familia Alliaceae, la misma que la cebolla. El nombre científico de esta planta medicinal es Allium sativum. El Ajo es una planta medicinal originara de Asia central, pero existen evidencias de que ya había sido utilizado como planta medicinal desde muchísimo tiempo atrás, ya que era conocida por los egipcios hace más de 3500 años. Esta planta medicinal tiene un olor muy fuerte y su sabor, si se come cruda es un tanto picante. El ajo es una planta medicinal perenne. Sus hojas son delgadas, y de hasta 30 cm de longitud. Las raíces son muy largas, pueden alcanzar profundidades de hasta 50 cm. El ajo, es una hortaliza, y su bulbo se usa con fines medicinales y también en la cocina. Dicho bulbo es de piel blanca, y está compuesto por varios gajos (de 6 a 12) llamados dientes, envueltos cada uno de ellos por una delgada tela rojizo-banca. Las flores de esta planta medicinal son blancas.Son muy conocidas las propiedades positivas que el ajo tiene en nuestra salud, y ya he hablado más de una vez de las mismas. Ya son varias las propiedades conocidas, pero un estudio ha aportado aún más, llegando a la conclusión de que el ajo ayuda a regular el funcionamiento de nuestro sistema circulatorio y la presión sanguínea. Científicos de la Universidad de Alabama, en Birmingham han concluido que los componentes del ajo interactúan con nuestros glóbulos rojos, liberando así Sulfido de Hidrógeno H2S, el cual actúa relajando nuestros vasos sanguíneos. De hecho, los experimentos mostraron que las arterias se relajaban en un 72% de los casos en los que actuaba el H2S. El H2S Parece tener un efecto muy positivo en nuestra salud, y no sólo es el ajo el que lo produce al interactuar con nuestro organismo. Éste elemento no sólo está presente en el ajo, sino que en unos cuantos alimentos, por lo cual esta investigación abre las puertas a futuras investigaciones que estudien las propiedades de estos alimentos y sus interacciones con nuestro organismo. Esta planta medici
nal reduce la presión arterial, el colesterol, ayuda en la arteriosclerosis, es antiinflamatorio, ayuda a incrementar el nivel de insulina en el cuerpo, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre, ayuda a combatir hongos, bacterias y virus. Es muy importante saber que el ajo crudo y el ajo cocido tienen distintas propiedades, algunas propiedades medicinales son mejores cuando se come crudo, y algunas propiedades medicinales son mejores cuando esta planta medicinal esta cocida. Muchas de las propiedades medicinales del ajo se deben a la alicina, este compuesto actúa cuando el ajo es cortado o machacado. El único problema es que la alicina dura unos pocos minutos, por eso es importante que se consume enseguida. Cuando se cocina el ajo, este compuesto se destruye, pero se liberan otros compuestos muy beneficiosos, como la adenosina y el ajoeno. La alicina es muy buena para combatir virus y bacterias y la adenosina y el ajoeno son muy eficaces anticoagulantes y buenos para reducir el colesterol. Esta planta medicinal además de estos compuestos contiene: Proteínas, Glúcidos, Lípidos, Provitamina A, Vitamina B1, B2, B6, C, PP, Hierro, Calcio, Magnesio, Fósforo, Potasio, Sodio, Fibras. Es importante saber que el tratamiento del colesterol con esta planta medicinal requiere varios meses ingiriendo ajo. Actualmente existen muchos complementos de la farmacéutica de esta planta medicinal, muchas de ellos sin el olor característico del ajo, por este motivo muchas personas prefieren consumir al ajo de esta manera. Recetas de esta planta medicinal: Se hierven 4 dientes de ajo en un litro de agua, es muy eficaz para casos de gota y se deben beber 2 vasos por día. Otra manera de consumir el ajo en forma natural es en ensaladas. Una receta muy interesante y deliciosa es preparar una ensalada de tomate, orégano, aceite de oliva (si se prefiere), y ajo picado bien pequeñito, recordar que el ajo una vez cortado se debe consumir a la brevedad para que conserve las propiedades medicinales de la alicina. Consumir esta planta medicinal cruda está indicada para combatir procesos infecciosos del aparato respiratorio, como: gripe, bronquitis, faringitis. También diarreas, e infecciones renales, cistitis, entre muchas otras. Tags: bronquitis, cistitis, faringitis, gota, infecciones renales En castilla la mancha se siembran muchas hectáreas de ajos sobre todo en las pedroñeras... exportan a toda España y al extranjero, es un ajo buenisimo el color de la piel es roja que es el mejor, el que mejor sabe. ¿Habéis visto la película de Jamón Jamón? En esta película, Javier Bardem se comía un montón de ajos crudos, pocas personas hay que hagan lo mismo. Todos sabemos que el ajo tiene un montón de propiedades curativas, y que está incluido en numerosos platos, pero no todo puede ser bueno, ya que el ajo deja un desagradable olor en nuestras manos, cuchillos, y lo peor de todo, en la boca. Pero no todo son malas noticias, aquí os propongo una serie de trucos para eliminar el olor a ajo y cocinar sin problemas. En los cuchillos: Sólo tenéis que poner el cuchillo debajo del grifo de agua, pero es muy importante que no lo frotéis ni lo toquéis, dejad que el agua corra sobre este cubierto para que se quite el aroma.. En las manos: Poner las dos manos debajo del chorro de agua, y coger una cuchara y frotar los dedos contra ella. O frotar los dedos contra unas hojas de lechuga y luego lavar las manos con agua templada y jabón. También podemos utilizar zumo de limón o trozos de perejil para lavarnos las manos y así eliminar el desagradable olor a ajo. El olor de la boca: Mi consejo es cepillarse los dientes lo primero y después quitarnos el olor a ajo masticando café, o con una ramita de perejil o de menta. Yo prefiero comer algo dulce así me quedo con el buen sabor de boca. Otros lo que hacen es beber zumo de limón (se dice que es muy efectivo, si alguno lo ha probado que cuente su experiencia) o beber un vaso de leche o yogur. Un montón de trucos, verdad?. Ya no tenéis excusa para tener mal aliento. Y un truco más a tener en cuenta. Antes de cocinar con ajos podemos prevenir su olor. Es algo muy sencillo, partimos el ajo en dos mitades y quitamos el corazón, el centro del ajo. Picamos el resto en trocitos o láminas muy finitas y lo mezclamos con perejil si la receta lo permite, así atenuará el sabor del ajo.